Vive 100! NO VIVE

Me tiro comentarios incluyendo vulgaridades. Qué tal Kant hubiera dicho “Gonorreas, vemos las putas cosas, no como son, sino como los malparidos que somos nosotros” O que Marx hubiera dicho “La peor y más hijueputa lucha es la que no se hace, pirobos” ¿Cierto que no? Pero claro ¿Y qué si no tengo la más mínima intención de representar los más altos valores de la clase educada y delicada? Y qué si construyo mi discurso con el lenguaje de los sujetos que se mueven en el margen de la sociedad.
Soy del 60% de los carechimbas que viven del rebusque y la economía informal, mientras los que viven muy bien (el 1%) son los dueños de casi todo.
¡VIVE 100!, me grita el comercial. Por qué no mejor: VIVE AL 19%, PERO DE IVA…porque esa es la hijueputa economía que se reactiva en la “coyuntura” -como diría el monsieur-, iguazos de pandemia.

Our Asses scream for Freedom…

 

Yesterday we did, today we do and forever we are doing … We invite you to join to the freedom scream-claiming to living without unauthorized technology-helped remote supervision… So, Let Us Fart in Peace!

freedom in private life

for real freedom, real privacy at home and the right to choose what you share…

 

 

 

Isomorfismos

Este post será algo diferente, en tanto su expresión será claramente apoyada desde lo anecdótico y por ende a veces quien escribe podrá aludir a la primera persona del singular en el idioma español. Bien, escuchaba vía streaming a un locazo percusionista dar una de sus acostumbradas lecciones para mejorar ciertas habilidades de ejecución musical, aclarando que esto yo lo hacía mientras hacía algo de actividad física, buscando un cambio de actividad en medio de la aparente pausa y quietud corporal que implica estar sentado largas horas, en un absurda y casi posible fusión ser humano-computadora donde ésta última absorbe al primero hasta el punto de establecerse una alienación personal… habrá quien dice que esa interacción y esa interfaz que se establece, es por el contrario una extensión de nuestras habilidades, y una herramienta para facilitar la vida y pues bueno no le puedo contradecir… en fin… Tomaba la pausa, que consistía en poner en marcha una sesión más de mi entrenamiento físico y bien, estaba a toda máquina entrenando, ya desconectado del mundo exterior, pues ya me había dejado llevar de la inercia propia de la actividad, entrando en lo que podríamos denominar moméntum, también muy conectado al presente; al punto que la voz de acento españolete de este chaval músico ya era para mi mente parte del ruido ambiental.

Así pasaron varios minutos y ya estando en una especie de trance por el ejercicio físico, de manera repentina y algo brusca la frase “una de las funciones de la independencia es poder expresarnos mejor y más libremente” que provenía de aquel pata que seguía hablando en el contexto de la ejecución musical me saca del mundo interior en el que me hallaba, permitiéndome tomar a propósito un nuevo aire, pues ya la fatiga hacía lo suyo… así que pensando bien, esto era más bien como si me hubiera estado ahogando y alguien me sacara del agua mientras casi me ahogaba para poder recibir una bocanada de aire fresco… ¡Mierda! ¡qué maldita frase tan contundente! no más piénsalo en otros ámbitos fuera de la música, quizá no es la panacea para todo, pero de inmediato tuve el insight e hice el isomorfismo que a continuación mencionaré: quizá si llevas la idea contenida en la frase citada a una especie de postura política por llamarlo de alguna manera… y bueno, desde una perspectiva algo optimista… si partieramos de una educación de calidad, asequible para todas las personas, si tienes personas empoderadas de sí mismas, de sus comunidades, si quizá te aproximas a un pensamiento libertario, tendrías como resultado o al menos, tendrías más posibilidades (pues el mundo real es complejo y no tan determinista) que las personas fuéramos una masa menos maleable, al menos personas con una mayor conciencia, mentalmente menos subyugadas, menos arrodilladas, más independientes pero más cooperativas, menos individualistas, rebeldes, a paso firme y con la mirada en alto y sobre todo, personas cuya mirada no apunta al piso nunca más para lamer los pies del amo que en su juego perverso les castiga y a la vez les premia dosificadamente, haciéndoles creer que todo esto es por un orden divino más allá de nuestra condición primate… pues ya no creen en redentores ni en amos, pues no hay razón para ello… y si miran al piso es para ver si hay algún paso falso en su camino y superar algún obstáculo que se presente…

– Bueno, tan solo una idea que viene a la mente, parecida a una ensoñación que alimenta un horizonte llamado utopía, sin embargo; debo continuar con mi práctica deportiva… ya he tomado mi segundo aire…

26 Abril – Día Visibilidad lésbica

Iguazo Confinado

¡Salgan y respiren!

ilustracion miedo | Comercio y Justicia

Por favor ¡salgan y respiren! ¿De dónde sale toda esta bruma? Quite el pasador, abra la puerta y ¡ salga !. Más allá del antejardín no hay nada diferente a lo que había hasta hace un mes. El mismo hedor a miseria sigue en el aire, la misma podredumbre vital de seres sin espíritu, de existencias desechables y desechadas, enajenadas por el ensueño de su difusa realización y que aturdidas, no avizoran la sombra que se cierne sobre sus espaldas.
Suéltense las cadenas y salgan a respirar. ¿Qué esperan para salir?, ¿a qué le tienen miedo?, ¿a morir?, ¿a perder?, ¿a sufrir?. No lo piensen tanto; cientos de miles y millones ya lo están haciendo. Y usted ¿por qué no?, ¿cuál es su excusa?. Si les parece que estas preguntas lxs embotan, mejor cambien de canal y miren a ver qué series y películas están recomendando, o cuántas páginas de un libro o artículos de periódico se va a leer para ser más intelectual, más doctx, y dejar de ser una vulgar y languideciente existencia.
Mientras cambian de posición para que les deje de doler la parte baja de la espalda, recuerden que poquito a poquito, de minutito en minutito, ustedes se están muriendo, y que toda esta obra de teatro pasará a ser un comentario más en alguna conversación o en alguna lección de escuela.
Ajj ¡mierda! ¡¿a quién se le ocurrió meter un murciélago en una sopa? !

 

Gracias, pequeña rata

 

Sí, graacias, muuuchas gracias joven repartidor, qué pena que su miserablesa me importe menos que la pizza que me acaba de traer, al fin y al cabo es un precio que estoy dispuesto a pagar. Para usted también, señor y señora aseadora, por mantener limpios los andenes que voy a escupir cuando este paraíso se termine, muuchas gracias, porque no creerá usted que voy a escupir en la sala de mi casa; sí quizás en su cara, cuando le digo que su miseria es el destino necesario que deben cumplir unos cuantos para preservar cada día el pánico que les motiva a mantener sus trabajos para no ser como usted, porque ni por agradecimientos sinceros que me dieran yo quisiera oler a lo que usted huele. Y no es culpa mía, pues simplemente usted encontró lo que buscó.
Gracias, pero lo mejor sería que no me toque darle la mano, señor campesino, esa mano áspera, sucia y deformada, propia de quien no tuvo mayor entretenimiento que el de reproducirse y seguir ofreciendo mano de obra barata. Porque yo, taaaan crítico, taaaan intelectual, pero tan condicionable como usted o como su quinto nieto,  ni se le ocurra que voy a tener hijos; ¿para qué?, entre menos esfuerzo, mejor. Además mire, ¿qué le pasa por la cabeza cuando no teniendo qué comer usted se pone a procrear?. Aunque, ahora que lo pienso, ¿a quién le voy a dar las gracias en el futuro por cultivar? Creo que no todos podemos estar ocupando el mismo lugar. Gracias por eso. Aún así, recuerde usted que somos iguales, sufrimos de igual manera al observar el calvario de miles y miles de personas cuyo pecado fue haber nacido en este orinal; pero bueno, ¿qué podríamos hacer?. Usted, allá bien con sus creencias; yo, aquí, sin sentido, pero bien con mi internet. Siempre encontramos alguna forma de evadirnos de nuestra humanidad; para eso nos sirvió el intento de educación que nos dieron. Pero a mí, para más cosas aún, como ponerle colorsitos a esta ficción con la que me quiero olvidar de que existe la muerte, porque esa es la desgracia que recae sobre los que salen en televisión.
Por ahora, sigo merodeando. Esa es mi hazaña, la acción heróica de una mansa rata más.
¡Graaacias!, pequeña rata.

Payaso Corbata

Se hace el serio con su traje pero cuando habla nadie lo toma en serio.

Pareciera mentiroso, también muy buena vida.

Nadie le nota lo peligroso, pues se le ve a gusto en su rostro.

Sus amigos, bien bonitos ellos, se visten como él. Todas unas ladillas.

La actuación más grande jamás peor aplaudida. Payaso corbata te ama.

Jura morir por tu felicidad, pero si mañana lo criticas ¡BANG-BANG!

70% del país en hectáreas felices, come perdices, abre el ojete, en el baño también se ríe.

Nuestro amigo no suelta esa corbata, ni en el día ni para sus labores.

Que le llenan esas manos, de homicidios, narcotráfico y derroche.

Risas, risas, risas. Se cierra el telón.

~ Un Bat en mi Soup ~

Capitalismo Mental

¿Sigues acumulando baldíos en tu cabeza? No me atrevo a llamarlos de otra manera, ni como “pensamientos” ni “ideas”, solo lo denomino con una especie de adjetivo en función de su rol, que en últimas es tan parásito como los piojos que se adhieren a cualquier cabeza y chupan y chupan de ti sin importar tu credo, tu grupo étnico, tu clase social, tu poder adquisitivo o tu nivel de higiene. Son tan parásitos porque simplemente invaden tu mente al punto de paralizarte, no succionando tu sangre pero sí chupando tus ánimos y tus motivaciones, sintiéndote sin energía y en una desesperanza más que común, desperdiciando el metabolismo de tu cerebro… Se que objetarías de inmediato al leer esto, dirás entonces que usar el término “desperdiciar” es síntoma de capitalismo mental y pues sí, no te contradigo, aunque me encantaría, pero al menos debo tener el valor de aceptarlo.

Mi declaración y aceptación no pretende librarme de responsabilidad que me compete, sino que nos permite un ejercicio de conciencia, de mostrar que yo, como reflejo de una era, de un sujeto, ligado a un momento de espacio y de tiempo en que el status quo, en parte llamado capitalismo, opera igual que un virus, pues ha mutado, teniendo la capacidad de meterse a tus fibras más profundas, de influenciar tu forma de pensar, llegando al punto de compulsarte hacia la acumulación de “lotes” y “fanegadas” de marañas en tu cabeza, al igual que intentas hacer con los objetos más tangibles. Este proceder de manera reiterativa se ha validado socialmente , así como vía de su actual dios y religión – el discurso científico- para delegarte responsabilidad individual frente a esto y todo lo que pasa a tu alrededor.

Minutos más tarde de este parloteo en solitario, mientras te veo al espejo, me detengo a preguntar ¿para qué acumulas? ¿depuras en algún momento? ¿reseteas?¿se te permite? o más bien, ¿te lo permites? y a la vez me encuentro con la paradoja en forma de pregunta ¿para qué entonces es la memoria, sino es para recordar las vivencias, experiencias previas?

Queda el debate abierto, pero creo que ese proceder es la única manera en que tú, miserable ser humano, te sientas dueño de algo, te sientas un glorioso capitalista, como dueño de los mecanismos de producción de tu basura mental, la cual en medio de tu comodidad y pereza, dejas por ahí tirada para seguir acumulando más.